Ya va avanzando el año 2017, hasta hemos celebrado ya San Valentín, así que toca ir poniendo el desarrollo enológico de lo que vendimiamos en octubre del año pasado.
En cuanto a blancos y rosados está ya el tema muy avanzado tenemos ya los coupages (mezclas) ya definitivos en proceso de clarificación final, estabilización y preparación de estos para los embotellados finales. Calculo que nos iremos a primeros de abril como fecha de salida al mercado.
Los blancos con madera están en barrica recibiendo su programado batonage (técnica enológica que consiste en remover las lías con el vino dentro de la barrica), para de esta forma ir tomando aromas de madera por un lado y volumen gracias al contacto de las lías.
En el caso de los tintos, haremos una primera diferenciación básica en función de cata y análisis químico de parámetros enológicos. Diferenciaremos pues, entre tintos para vinos jóvenes y tintos para vinos de guarda (que posteriormente van a entrar en barrica).
Los primeros tintos o vinos jóvenes son afrutados, frescos y ligeramente golosos. Fáciles de beber, deben ser en definitiva vinos que representen sin ningún tipo de duda su origen, las uvas.
Los segundos tintos o vinos de guarda son estructurados, con una mayor acidez, en definitiva vinos más duros, más fuertes. Con aromas frutales también pero más contundentes no tan finos como en el caso anterior.
Con el paso por barrica durante el tiempo de crianza domaremos esa dureza y fortaleza de dichos vinos a la vez que los enriquecemos en aromas y sabores propios de las barricas de roble que los contienen. “…casi na”
Buen finde para tod@s, salud.