Tierra, piedras y respeto


Los Ortega son una de esas familias de cosecheros que han sabido adaptarse a los nuevos tiempos; conservando la filosofía de calidad y artesanía en sus vinos y adaptándose al presente de la enología.

La historia de Ortega Ezquerro nace con Quintín Ortega allá por el año 1896 con la plantación de las primeras viñas de la casa. Por aquel entonces, nuestro fundador y “alma mater” es un humilde cubero con expectativas, que además de construir cubas para la crianza y el transporte transoceánico de los vinos, decide dar un paso más a través de la plantación de viñas y posteriormente con el remoce de un antiguo calado para convertirlo en bodega, donde elaborar y criar los vinos de la familia.

El avance de los años nos conduce hasta el presente en el que Carmelo Ortega, biznieto de Quintín Ortega y actual gestor de la familia, es el encargado y responsable del “caminar” de la bodega. Carmelo, en su afán por evolucionar hacia la mejora, ha puesto en marcha un nuevo proyecto con ambiciosos objetivos en lo enológico y con una meta clara y definida que no es otra que dar a los vinos de nuestra pedriza el valor que merecen y posicionar este concepto en el mercado respaldado por una marca sólida, moderna y a la altura de la calidad de la DOC donde estamos enmarcados, sin perder jamás nuestros orígenes de vino de pueblo.

El planteamiento de Ortega Ezquerro es un giro hacia lo autóctono, hacia la recuperación de la esencia del vino.
Una idea fundamentada en distintas fases:
Bodega
1

Tierra

Hablamos de los suelos pobres, piedras (suelos no aptos para pan), plantas antiguas con manejo de antaño, antiguo vaso. Abonado sólo con estiércol y tratamietos cálsicos (azufre y sulfato). El objeto de Ortega Ezquerro es ofrecer lo que la tierra es capaz de dar.
Bodega
2

Vendimia

La vendimia manual y cuidada exige mucho manejo de la planta. Vendimias en verde para optimizar recursos y selección, después de selección hasta entrar en bodega sólo la mejor uva en momento óptimo de madurez.
Bodega
3

Elaboración

Recuperación de la antigua Maceración Carbónica para tintos jóvenes, cuidados y mimo de madre para los vinos blancos y rosados (el aroma es vital) y elaboraciones y maceraciones exquisitas y largas para crianzas, reservas y vinos especiales..
Bodega
4

Crianza

El tiempo de permanencia en madera por parte de crianzas, reservas y por supuesto vinos especiales es una labor llevada a cabo con esmero y dedicación para crear vinos que representen la filosofía de la bodega y sus creencias enológicas. Un planteamiento dirigido a lo autóctono, lo nuestro, tierra, piedras y respeto.

Las Personas


Ortega Ezquerro gira entorno a una figura indiscutible en el esquema de la bodega, su nombre es Carmelo Ortega.

Biznieto del fundador de la misma Quintín Ortega allá por el año 1896. De cosechero a criador y ahora precursor de unos vinos de pueblo con personalidad, con Tudelilla como bandera. Toda esta iniciativa tiene otro protagonista que, entre bambalinas, es el responsable de que los caldos de la bodega se conviertan en un argumento de incuestionable valor y acreditador de mimo, calidad y buen hacer. En este caso hablamos del enólogo David Bastida, mano derecha de Carmelo.

Juntos, con el resto del equipo de trabajadores, configuran Bodegas Ortega Ezquerro.