…pues eso, que vamos temprano.
La verdad es que viendo el ciclo vegetativo de la viña en general y del Tempranillo en particular, este año vamos con más de 12 días de adelanto respecto a un año vitícola normal, como por ejemplo el año pasado. Esto a día de hoy no es ni bueno ni malo, simplemente es un dato a tener en cuenta, más si cabe, después de estar ya fuera del periodo de riesgo de heladas.
En la foto que os adjunto a este texto podéis ver un racimo de Tempranillo con la floración ya iniciada. Es decir, una parte importante del racimo tiene las flores abiertas y está en plena fecundación. La duración de esta fase es más o menos 10 días (hablando de Tempranillo, puesto que la Garnacha va más retrasada) dichas florecillas habrán cuajado y nos darán lugar a diminutos granos de uva que irán creciendo y evolucionando a lo largo de los meses venideros hasta llegar a la vendimia allá por octubre.