Aquí estamos otra vez, en la viña.
Andamos vigilando todas las direcciones, es decir, vigilamos hacia arriba pendientes de lluvias y tormentas veraniegas. Vigilamos hacia abajo controlando la sequía de la tierra. Y por último vigilamos a derecha e izquierda para en la misma cepa controlar las señales de la evolución del cultivo. Estas señales de evolución son el control de plagas y enfermedades y sobretodo el control de la uva en sí. Y es aquí donde llegamos al envero.
Este envero es el cambio de color que llevan a cabo las uvas tintas de una manera paulatina, durante 15 y 20 días, dependiendo principalmente de la climatología. Este cambio de color lleva implícito modificaciones fisiológicas que van ocurriendo en el interior del grano de uva y que nos pone en la línea de salida hacia la maduración y la ya no tan lejana vendimia.